Durante el encuentro, las autoridades dialogaron directamente con toda la comunidad para conocer el estado actual y las condiciones en las que viven.
270 miembros de la comunidad indígena Emberá, actualmente asentados en la Unidad de Protección Integral (UPI) La Rioja, en el centro de Bogotá, serán reubicados próximamente. La decisión es el resultado de una mesa de intermediación en la que participaron líderes indígenas y entidades distritales, con el fin de dar cumplimiento a un fallo de tutela y mitigar las condiciones de riesgo en las que se encuentra la comunidad.
La comunidad expresó sus requerimientos para el proceso de reubicación. Solicitaron ser trasladados a un espacio que, en lo posible, sea colectivo o que al menos permita que los miembros de la comunidad permanezcan cerca unos de otros para evitar la desintegración de sus núcleos familiares y sociales. Esta petición se enmarca dentro de la oferta que está gestionando el Distrito.
Según se informó tras la reunión, los líderes y miembros de la comunidad manifestaron su voluntad de cooperar y entienden la necesidad de cumplir con la orden judicial existente, así como de superar las condiciones de riesgo actuales. El objetivo de este ejercicio de intermediación es agilizar el proceso de reubicación para eliminar los riesgos identificados y dar cumplimiento al fallo.
Por otra parte, el personero Andrés Castro se refirió a la situación de seguridad en los territorios de origen de la comunidad.
Mencionó que algunos miembros han comentado sobre la presencia de grupos armados en sus territorios, lo que genera una condición de riesgo para ellos. Sin embargo, aclaró que durante sus diálogos con la comunidad no se ha mencionado un plan concreto de retorno a sus lugares de origen por parte de quienes ya han sido reubicados. La prioridad actual se centra en la reubicación de las familias que permanecen en la capital.
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