Algunos de los indígenas emberá, que el pasado 8 de septiembre partieron desde Bogotá, a recuperar sus vidas en resguardos de Risaralda y el Chocó, no duraron ni dos semanas en sus territorios.
Los supuestos riesgos y amenazas de los grupos ilegales los obligaron a desplazarse de nuevo. Así lo narra, desde Pereira, el líder emberá Leonival Campo, quien señaló que tuvo que huir nuevamente del Alto Andágueda, sin importar las consecuencias, como la pérdida de las ayudas que les prometió el Gobierno. Esto, para él, pasa a segundo plano cuando la vida sigue en riesgo.
Y es que, menos de dos semanas después que 1.401 indígenas emberá retornaran a sus resguardos en Chocó y Risaralda, se conoció que el pasado fin de semana, al menos 60 familias indígenas retornaron a Bogotá.
Según trascendió, indígenas aseveraron que su retorno obedeció a presiones y hostigamientos de la guerrilla del Eln, en el alto Andágueda, municipio de Bagadó.
Como es de recordar la salida de estas familias de Bogotá al Chocó y Risaralda, se adelantó el lunes 8 de septiembre con la salida de 516 personas desde el Parque Nacional.
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