Un hombre fue sorprendido en el Valle del Cauca moviendo ilegalmente a decenas de especies para luego venderlas a traficantes. Los animales habían sido extraídos de su hábitat natural, en el departamento de Chocó.
La Policía descubrió al sujeto cuando hacía controles en la vía que conduce al municipio de Buga. Dentro del vehículo había varios ejemplares de una rana venenosa y más de mil peces. Todo apunta a los animales tenían a Cali como destino final.
“La captura se logra cuando se movilizaba como pasajero en un vehículo tipo automóvil, al parecer utilizado para el transporte informal. Al solicitarle una requisa a los ocupantes y al automotor, se le halla en el baúl los anfibios ocultos en una botella plástica con perforaciones diminutas dificultando el ingreso de oxígeno para respirar y evitando que estas especies se salieran del recipiente. Los peces también eran transportados en bolsas plásticas con poca agua”, explicó el Departamento de Policía Valle del Cauca.
Los uniformados solicitaron de inmediato el acompañamiento de expertos de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC). Los expertos determinaron que el sujeto transportaba, en total, diez ranas arlequín venenosa (Oophaga histrionica), presentes en el Pacífico colombiano, y 1.100 peces alevinos emperador y palometas.
Cuando las ranas crecen se alimentan de insectos, en especial hormigas, ácaros y artrópodos pequeños. Se considera venenosa porque segrega una sustancia viscosa cuando es sometida a estrés, la cual puede causar parálisis respiratoria. La población de estas ranas ha venido decreciendo significativamente debido a su extracción y comercialización.
Por las diez ranas pagarían hasta 100 millones de pesos en el mercado ilegal.
Respecto a los peces, la Policía señaló que las especies encontradas son comercializadas para la piscicultura y la acuicultura, pero que el hombre no contaba con la documentación ni los requisitos necesarios para transportarlos.
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