La Defensoría del Pueblo confirmó que los miembros del colectivo étnico que llegaron a Bogotá en la madrugada del lunes, han comenzado el retorno a sus territorios.
Después de dos días de estadía en Bogotá, un grupo de 180 indígenas emberá inició el proceso de regreso a su territorio en el departamento del Chocó.
La Defensoría del Pueblo, según confirmaron fuentes a El Espectador, supervisó la estancia de la comunidad en la capital y articuló, junto al Ministerio del Interior y la Unidad de Protección de Víctimas, un protocolo para asegurar su retorno seguro. Este desplazamiento fue resultado de enfrentamientos armados que les obligaron a dejar sus hogares el fin de semana previo.
Los miembros de la comunidad emberá, residentes del resguardo La Meseta, arribaron a la Terminal del Salitre en Bogotá la madrugada del lunes, huyendo de un contexto violento marcado por enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN), otros grupos armados y el Ejército Nacional.
Dichos conflictos armados, iniciados en agosto, amenazaban la integridad de la población, compuesta mayormente por mujeres y menores. La situación de emergencia suscitó un desplazamiento que ahora, con el apoyo de las autoridades, busca revertirse para devolver a los indígenas a sus tierras ancestrales.
Como se mencionó, durante su permanencia en la capital, la Defensoría del Pueblo fue la entidad responsable de coordinar la atención a las necesidades básicas de los indígenas Emberá. Ahora, bajo un esquema diseñado para su regreso seguro, esperan mitigar los riesgos que conlleva volver a una zona de conflicto. El proceso establecido entre los representantes indígenas y el gobierno colombiano ha implicado un trabajo conjunto enfocado en garantizar su bienestar y seguridad. Mientras tanto, no se reporta un cese total de las hostilidades en la región que originó la crisis humanitaria.
Su llegada a la capital
La llegada de 48 familias Emberá, alrededor de 180 personas, se da luego de que las condiciones prometidas para salvaguardar su territorio no se vieran cumplidas, generando una situación de incertidumbre y vulnerabilidad para la comunidad.
El pacto alcanzado a principios de agosto establecía compromisos por parte del Gobierno para asegurar la integridad de la zona emberá, sin embargo, ante la falta de cumplimiento, los indígenas llegaron inicialmente a la Terminal del Salitre y después se movilizaron al parque Tercer Milenio, donde pasaron aproximadamente 15 horas antes de iniciar su regreso. La naturaleza exacta de las garantías ofrecidas por el Gobierno y las razones detrás de su aparente incumplimiento todavía no han sido divulgadas públicamente.
Aunque los detalles específicos del acuerdo no han sido revelados, la preocupación persiste en cuanto a la capacidad de las autoridades de proteger a estos pueblos ancestrales y evitar futuros desplazamientos forzados de sus territorios. La seguridad de los resguardos indígenas en Colombia sigue siendo un asunto de alto interés para organismos de derechos humanos y entidades gubernamentales en busca de construir una paz duradera en diversas regiones del país afectadas por conflictos.
