La creciente del Río Buey ha dejado a su paso una devastadora estela de destrucción en los cultivos que sostienen la economía de la región del Medio Atrato. Los agricultores, quienes dependen de la tierra para su subsistencia, se encuentran desesperados al ver cómo sus tierras quedan anegadas y sus cosechas arrasadas por las aguas.
«Nuestro tejido social se degrada cada vez más, y nuestra agricultura, que ha sido el pilar de la ciudad de Quibdó, se vuelve insostenible», denuncian los afectados, quienes temen que, sin una intervención inmediata, sus comunidades no puedan sobrevivir.
Ante esta grave situación, los habitantes de la región hacen un llamado urgente a las autoridades competentes, incluyendo la Unidad de Gestión de Riesgos, la Alcaldía Municipal de Medio Atrato, y al Gobierno Departamental, representado por Nubia Carolina Córdoba.
«Necesitamos acciones contundentes para salvar lo poco que queda de nuestros cultivos y evitar que nuestros pueblos colapsen. Si no recibimos apoyo, tendremos que emigrar a otros territorios, donde seremos completamente ajenos y desprotegidos», expresan los agricultores con angustia. Es un SOS por el Río Buey, pidiendo la ayuda necesaria para garantizar la supervivencia de estas comunidades agrícolas.
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