Hasta Nóvita, municipio ubicado a orillas del río Tamaná, en el suroriente del departamento del Chocó, llegó un equipo interdisciplinario de la Corporación colombiana de investigación agropecuaria – AGROSAVIA, para acompañar y apoyar a los noviteños y noviteñas en su interés de recuperar, mejorar y potenciar la producción agrícola, que junto con la minería artesanal y el comercio, se convierten en las principales fuentes de sustento para sus habitantes.
La presencia de AGROSAVIA en el territorio se da en el marco de las medidas de la Sentencia T- 236 de 2017 por parte de la Corte Constitucional, conocida como «caso Nóvita», que ordenó al Estado colombiano reparar a esta comunidad chocoana, por los daños y consecuencias de las
fumigaciones aéreas con glifosato en el 2013, después que sus habitantes en compañía de las
autoridades étnicas del territorio, tutelaran la protección al derecho a la salud y a la protección
del medio ambiente.
Como en otras regiones de nuestra geografía nacional, la agricultura se convierte en la fuente de sustento y alimentación con mayor importancia para estas comunidades. Los productores
noviteños dedican sus esfuerzos a la producción de chontaduro, plátano, borojó, piña y papa china que junto con el maíz, la caña, el ñame, el achín, la papachina y la yuca, son considerados cultivos con tradición económica y con gran representatividad para la seguridad y soberanía alimentaria de la región.
Junto con las autoridades étnicas locales, colaboradores de AGROSAVIA realizaron un taller con
enfoque participativo y etnográfico en el territorio, que permitieran la construcción y diseño de
un plan de recuperación de semillas, buscando que los productores puedan establecer un
programa para la conservación y uso de las semillas.
Precisamente, esta actividad permitió realizar un diagnóstico para conocer los principales
sistemas productivos, su importancia y promover la construcción en conjunto con los integrantes del Consejo Comunitario Mayor de Nóvita (COCOMAN), un proyecto para el fortalecimiento de su producción agrícola y a su vez, la recuperación del tejido social desgastado por diversos factores y las consecuencias secundarias que dejó la fumigación aérea con glifosato.
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