Es el cabecilla del frente noroccidental del ELN y tiene confinadas a más de 50.000 personas de varios municipios del departamento por temor de represalias de la estructura criminal.
El nombre de alias Jerson genera temor entre los pobladores del Medio y Bajo Baudó, en el departamento del Chocó. Allí, este cabecilla del ELN tiene el control de los ríos y de varias trochas que comunican con el océano Pacífico.
De acuerdo con las autoridades, el jefe del frente noroccidental del grupo ilegal es un experto en el manejo de explosivos y el encargado del control del corredor estratégico para la salida de cargamentos de droga hacía Centroamérica.
Según las autoridades, la labor de alias Jerson se basa en coordinar para el grupo armado la venta de droga. Cobra entre uno y dos millones por kilo de coca a los carteles mexicanos, que sacan la droga por río hacia el mar.
El cabecilla ha capacitado a varios de sus integrantes para instalar cargas de explosivos contra las lanchas de la Armada que hacen patrullajes para evitar la salida de los estupefacientes.
Según inteligencia, Jerson tomó el mando en esta zona de Chocó luego de las muertes de alias Uriel y alias Fabián. El Comando Central también lo designó vocero de la organización ilegal para hablar con los medios de comunicación y emitir documentos.
Según los testimonios de varios desmovilizados, alias Jerson mantiene el control sobre el río San Juan, con injerencia desde Palestina, por el río Calima, hasta los ríos Cajón Taparal, Sipi Surama, así como en los sectores de Copoma, Cucurrupi, Fugiado, Noanama, Cocove. Sus acciones armadas han llevado al confinamiento y desplazamiento de varias comunidades afro e indígenas en los sectores de San Miguel, Charco Largo, Charco Hondo, Taparal, Torra y Juntas de Tamana.
De igual forma, Jerson también hace presencia en la región del San Juan, con injerencia en Itsmina, Sipí, Novita y Bajo Baudó. Allí recluta menores y amenaza a líderes indígenas.
Hace un año, alias Jerson fue responsable del confinamiento de más de 5.000 personas y 900 familias, en su mayoría menores de edad, que huían de las acciones terroristas del grupo ilegal.
En lo corrido del año, alias Yerson ha mantenido enfrentamientos con integrantes del Clan del Golfo, los cuales han originado el desplazamiento de comunidades hacía Istmina y Quibdó.
Para las autoridades, Jerson fue quien el fin de semana pasado envió varios mensajes decretando el paro armado en el departamento.
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