Los casos más complicados se presentan en Juradó, Bojayá y Tadó. En este último municipio los indígenas se encuentran sin alimentos.
La ASOREWA expresó su preocupación por la situación que viven los territorios indígenas, gravemente afectados por la ola invernal; que ha dejado sin techo, enseres y cultivos a muchas comunidades en varios municipios del departamento.
En carta dirigida a la Oficina de Gestión del Riesgo Departamental hacen precisiones sobre el alcance de las afectaciones sufridas en los territorios ancestrales de Tadó, donde más de mil personas confinadas en el resguardo Tarena Central, que huyen de la violencia en sus territorios, también han sido afectados por los desbordamientos de los ríos de la zona; como también ha ocurrido en las trece comunidades indígenas de Juradó, donde unas 2500 personas pertenecientes a 750 familias indígenas resultaron damnificadas con la perdida de enseres, cultivos y emprendimientos comunitarios.
Así mismo, cientos de personas afectadas en la comunidad Cedral, al igual que el Centro Educativo Indígena OGO PURÜ, y las comunidades del rio Bojayá.
En todas estas comunidades, especialmente las del resguardo Tarena Central del municipio de Tadó, hay carencia de alimentos, medicamentos y otros productos básicos de la canasta familiar, según han informado las autoridades indígenas de la zona.
