Con el liderazgo del *Proyecto Vida Silvestre (PVS) y en el corregimiento de Puerto Bolívar, sobre la cuenca del río Docampadó, habitantes del consejo comunitario de Concosta reprodujeron 10 mil plantas nativas que ahora crecen en sitios estratégicos que habían sido impactados por la deforestación y que hacen parte de la zona protegida ‘DRMI El Encanto de los Manglares del Bajo Baudó’.
En Bajo Baudó, población que resguarda una parte de las porciones de selva más importantes y estratégicas del Chocó, viven unas mujeres que podrían calificarse como ‘poderosas’. Si acaso para algunos esto puede sonar exagerado, es al menos evidente que son madres, hijas y esposas que defienden con fervor la enorme biodiversidad de esta región colombiana.
No son cientos. Se reducen a once. Pero, en poco tiempo, y guiadas por profesionales y botánicos expertos, ellas lograron reproducir 10 mil árboles, correspondientes a siete especies nativas, que fueron sembrados en cuatro grandes núcleos o tramos estratégicos de la selva y de la cuenca del río Docampadó, con el fin de restaurar esas áreas naturales.
El trabajo fue impulsado por el Proyecto Vida Silvestre (PVS), que dirige WCS Colombia. Y ha estado dirigido por Selene Torres, líder de Restauración Ecológica de esta iniciativa, así como por Hamleth Valois Cuesta, consultor experto en restauración y en el trabajo con consejos comunitarios, e integrante del Grupo de Investigación en Ecología y Conservación de Ecosistemas Tropicales, de la Universidad Tecnológica del Chocó.
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