Los habitantes exigen presencia institucional en el territorio para definir el futuro de las intervenciones y que se cumpla lo prometido.
Habitantes del corregimiento de Termales, en el municipio de Nuquí (Chocó), mantienen retenidas al menos tres máquinas de la empresa contratista Jaces Ingenieros, como forma de protesta por los presuntos incumplimientos de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), en relación con obras de mitigación que buscan enfrentar las constantes emergencias por erosión en la zona.
La situación se remonta al 20 de mayo de 2024, cuando se registró el desbordamiento de los ríos Ostional y Agua Caliente, lo que agravó los problemas de erosión. En respuesta, la UNGRD contrató maquinaria amarilla para desviar el cauce de los ríos y evitar nuevas emergencias, y se comprometió a construir un muro de contención. Aunque las labores de maquinaria se ejecutaron, la obra del muro nunca se materializó.
Este año, la Unidad volvió a contratar maquinaria para labores de mantenimiento. Sin embargo, al finalizar los trabajos el 9 de julio, la comunidad decidió no permitir el retiro de los equipos hasta que se garantice la ejecución del muro prometido. Pese a que la construcción de esa estructura no hace parte del contrato actual, sino de uno posterior, los habitantes aseguran haber perdido la confianza en la entidad.
“A la fecha no está claro el tema del muro, pero no permiten la salida de la maquinaria, pese a que yo ya terminé mis actividades, porque dicen que no confían en la palabra de la UNGRD, ya que les ha incumplido. Esta maquinaria nos está costando cada día unos 3 millones de pesos en stand by, entonces la empresa está corriendo un grave peligro económico porque no tiene flujo de caja en el momento”, dijo Claudio Lemus, coordinador de proyecto de la empresa Jaces Ingenieros.
Lo que dice la comunidad
Mediante un comunicado, líderes de la comunidad expresaron que la retención obedece a la falta de respuestas claras por parte del Gobierno Nacional y a la ausencia de garantías sobre el cumplimiento de las obras comprometidas.
“Hoy la Unidad de Riesgo no es clara ni comprometida con el compromiso de la segunda etapa, “la obra de mitigación”, el cual permite contener la erosión que hoy cada vez que el rio crece nos amenaza con tomar el curso hacia el lado sur, el cual nos expone al mismo siniestro o riesgo inminente”, dice el escrito firmado por líderes de la zona.
Los habitantes exigen presencia institucional en el territorio para definir el futuro de las intervenciones. Mientras tanto, la maquinaria permanece inmovilizada, generando pérdidas millonarias para la empresa contratista.
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