En la noche del jueves 12 de septiembre, la quebrada San Pablo se desbordó debido a las intensas lluvias que azotaron la región, provocando una grave inundación en el municipio de Istmina. Las fuertes precipitaciones generaron una creciente repentina que sorprendió a los habitantes y causó significativos daños materiales en la zona.
La emergencia se desencadenó tras un aguacero prolongado en la parte alta de la quebrada San Pablo, que superó los niveles normales y provocó la saturación del cauce. La fuerza del agua arrastró escombros y sedimentos, afectando severamente la carretera y varias viviendas cercanas.
Testigos en el lugar informaron que la inundación ha dejado a muchas familias en una situación crítica, con daños a sus viviendas y pérdida de bienes materiales. Además, algunos residentes han señalado que la sedimentación en los ríos y quebradas puede estar relacionada con la minería mecanizada, la cual no ha sido adecuadamente regulada, exacerbando el impacto de las lluvias.
Las autoridades locales han sido instadas a actuar con urgencia para proporcionar asistencia a los afectados y evaluar las causas subyacentes del desastre. Se solicita una intervención inmediata para mitigar los daños y prevenir futuros eventos similares, así como una revisión exhaustiva de las prácticas de minería en la región para asegurar que no contribuyan a la sedimentación y al aumento del riesgo de inundaciones.
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