Continúa la anormalidad laboral en el Hospital San Francisco de Asís de Quibdó (Chocó), donde solo atienden urgencias vitales y partos.
A los cerca de 270 empleados de planta y 250 contratistas les deben más de cuatro meses de salarios acumulados. La crisis se agravó con la liquidación de la EPS Coomeva, que les adeuda $2.000 millones de pesos, recursos que serán muy difíciles que ingresen al centro asistencial.
El interventor del hospital, Camilo Ramírez, aseguró que el pasivo por nómina asciende a los $10 mil millones y que con las liquidaciones de las EPS, es muy difícil ponerse al día con empleados y proveedores.
«Tenemos una noticia muy nefasta y es la liquidación de Coomeva. Prácticamente se acaban de perder $2.000 millones de la cartera del hospital. De los $24 mil millones que tenemos en total, $12 mil millones están perdidos con otras EPS liquidadas y ahora se suma Coomeva», señaló.
Según el interventor, otra de las preocupaciones son las amenazas en contra de médicos, enfermeras y administrativos por parte de grupos armados ilegales.
«En este momento yo creo que hay más de 30 personas que están siendo amenazadas. No son cuestiones directamente del hospital sino de la región, porque están cobrando extorsiones al personal del centro médico. Tengo varias amenazas no solo contra mi vida sino a la de mi familia. Me tocó sacar a mi esposa de Quibdó», dijo.
Al menos 500 pacientes están afectados por la suspensión de los servicios no urgentes como la consulta externa en el hospital de Quibdó. Pese a una reunión que sostuvieron el interventor con funcionarios de la Gobernación de Chocó, el Gobierno Nacional y la Procuraduría, todavía no se logra dar una solución definitiva a la crisis en el hospital San Francisco de Asís.