El religioso está suspendido y se encontraba en el lugar atendiendo asuntos de la Secretaría de Educación del Chocó.
La Fiscalía Seccional Chocó informó este lunes que, judicializó a Pedro Pablo González Londoño, de 70 años, párroco de la iglesia de Puerto Meluk, cabecera municipal de Medio Baudó (Chocó), luego de ser señalado por una menor de 7 años de haber abusado sexualmente de ella. El sacerdote cuenta con dos investigaciones más, una por un acto sexual contra un menor de 13 años, en el corregimiento de Bahía Cupica de Bahía Solano (Chocó), y otra por una tentativa de acceso carnal violenta a una turista en el mismo municipio.
A través de un comunicado dirigido a los medios de comunicación, Monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez, Obispo de la Diócesis de Istmina -Tadó y Administrador Apostólico de Quibdó, dijo que, con mucho dolor y natural estremecimiento, escuchó y leyó las noticias lo ocurrido con el sacerdote Pedro Pablo González Londoño.
«Ante la sola presunción de culpabilidad, no tengo, sino que expresar, en nombre de la Iglesia Católica de Colombia, de la Iglesia Católica del Chocó y de la Diócesis de Istmina-Tadó, mi dolor por la terrible ofensa que, con estos hechos, así no estén aún esclarecidos, causamos a nuestros fieles y a las personas de buena voluntad», señaló el maximo jerarca de la iglesia católica en el Chocó.
Agregó que, suspendió al sacerdote hasta tanto se defina la situación jurídica.
El Obispo aclaró que el sacerdote no es párroco de Puerto Meluk; estaba allá por decisión personal, atendiendo los requerimientos de la Secretaria de Educación Departamental.
Complementó que, el último nombramiento diocesano fue como adscrito a la Parroquia Inmaculado Corazón de María, en Bahía Cupica, municipio de Bahía Solano, el 28 de enero del año 2011, de cuyos hechos allí relatados (las investigaciones de la Fiscalía) no halló absolutamente nada en su historial.
Las indagaciones y declaraciones juradas dan cuenta, que el 20 de octubre de 2022, la víctima en compañía de su hermanita de 6 años fue a la casa cural porque al parecer el sacerdote les dijo que les daría dulces y manillas. Presuntamente al llegar les entregó lo prometido, pero le habría dicho a la niña menor que fuera a llevar un tarro a la cocina.
Se presume que estando solo con la otra niña le quitó la ropa, y la sometió a vejámenes. Cuando llegó a la casa la mamá notó algo raro en la ropa de la menor, así que la llevó a un centro asistencial en donde le contó a su progenitora lo que le pasó y posteriormente al médico que la atendió.
Deja una respuesta