El ataque se produjo luego de la reciente captura por corrupción del rector de la UTCH, David Emilio Mosquera Valencia
El Ministerio de Educación rechazó enérgicamente los actos vandálicos ocurridos en la Universidad Tecnológica del Chocó, donde encapuchados incendiaron las oficinas de la vicerrectoría administrativa y financiera.
El ataque, que tuvo lugar anoche, causó daños graves a equipos, documentos y datos esenciales para la gestión económica de la institución, según informaron las autoridades.
Aunque el Cuerpo de Bomberos de Quibdó logró controlar las llamas, el impacto del incidente es significativo, especialmente en un momento crítico para la universidad.
El ministro de Educación, Daniel Rojas, calificó el hecho como “inaudito” y expresó su preocupación por la violencia contra la universidad pública.
Además, reiteró el compromiso del Gobierno con la comunidad educativa e informó que se han iniciado acciones conjuntas con el Ministerio del Interior y la Gobernación del Chocó para garantizar la seguridad en la institución.
“Es inaudito lo que sucede en la Universidad Tecnológica del Chocó. Ante la intervención por parte del Ministerio y un proceso penal por corrupción, incendian hoy las oficinas de la vicerrectoría administrativa y financiera, donde reposan importantes documentos de contratos y pagos”, señaló el jefe de la cartera educativa.
El Ministerio también solicitó a la Fiscalía celeridad en las investigaciones tanto sobre el incendio como sobre los actos de corrupción señalados.
La intervención gubernamental busca no solo esclarecer los hechos, sino también enviar un mensaje de respaldo a las universidades públicas frente a cualquier intento de intimidación o violencia.
“Manifestamos nuestra solidaridad con la comunidad educativa, no vamos a permitir que grupos violentos generen terror e incertidumbre en la Universidad Pública. Hemos establecido comunicación con el Ministerio del Interior y participaremos en el consejo de seguridad convocado por la gobernadora Nubia Córdoba. Solicitamos a la Fiscalía celeridad en el proceso judicial”, expuso.
A estos problemas se suman acusaciones de corrupción, como falsificación de diplomas, que han afectado la credibilidad de la institución. Mientras tanto, la comunidad estudiantil exige soluciones inmediatas para garantizar su derecho a la educación, expresando su frustración ante la interrupción prolongada de las clases y el impacto en sus objetivos académicos y profesionales.
Además de la crisis coyuntural, la UTCH enfrenta desafíos estructurales significativos, como la falta de acreditación de alta calidad en la mayoría de sus programas y un déficit financiero que amenaza su sostenibilidad a largo plazo. A pesar de las dificultades, la universidad continúa siendo un símbolo de superación y una herramienta vital para reducir las brechas históricas en el Chocó.
