Durante una misión de control territorial, el uniformado Jhon Miranda Ramírez sufrió lesiones fatales al activar el explosivo. Las autoridades interpondrán las denuncias correspondientes
El hecho, ocurrido el viernes 26 de septiembre, desencadenó una respuesta inmediata de las autoridades, que organizaron su traslado aéreo de urgencia a Medellín. A pesar de los esfuerzos médicos, el uniformado falleció debido a la gravedad de las heridas.
El operativo en el que se produjo el fatal desenlace formaba parte de las tareas rutinarias de control y seguridad en una región marcada por la presencia de grupos armados ilegales.
Durante el patrullaje, la detonación de la mina antipersonal causó lesiones severas a Miranda Ramírez. Las autoridades atribuyeron la instalación del artefacto explosivo a integrantes del Clan del Golfo, organización señalada por el uso de métodos prohibidos por el derecho internacional humanitario.
Tras la explosión, el soldado fue evacuado de inmediato en un vuelo de emergencia hacia Medellín. Durante el trayecto, presentó complicaciones severas de salud, lo que obligó a su ingreso directo y urgente en la Clínica de Las Américas. El personal médico realizó procedimientos de reanimación, pero la gravedad de las heridas impidió salvarle la vida.
La Décima Séptima Brigada del Ejército Nacional expresó sus condolencias por la pérdida de su compañero y reafirmó su compromiso de mantener la presencia militar en la región.
Jhon Miranda Ramírez, oriundo de Currulao, Turbo, era miembro activo del Ejército Nacional y se encontraba desplegado en el Chocó como parte de los esfuerzos institucionales para garantizar la seguridad de la población civil.
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