Esta iniciativa, desarrollada en alianza con la Fundación Canto por la Vida, busca transformar vidas y territorios a través del arte. “Donde la guerra sembró silencio, hoy el Estado siembra arte, memoria y dignidad», resume el espíritu de este programa que pone en el centro la formación artística como herramienta de paz.
Durante el Gobierno ya se entregó una dotación en el municipio de Puebloviejo (Magdalena), con una inversión de $ 23 millones. Ahora, en esta nueva etapa, se entregarán 24 dotaciones en 20 municipios del departamento, por un valor total de $993 millones.
A lo largo de 2025, la meta es dotar 200 instituciones educativas en todo el país, con una inversión global superior a los $4.585 millones.
Artes para la Paz es la materialización del Sistema Nacional de Educación y Formación Artística y Cultural (Sinefac). Integra música, danza, literatura, teatro, artes audiovisuales y medios interactivos, priorizando zonas PDET y Zomac. El programa se articula con siete universidades públicas y ha fortalecido más de 150 organizaciones comunitarias.
En 2024, más de 4.000 artistas formadores fueron capacitados bajo nuevos enfoques pedagógicos y 2.442 de ellos fueron contratados para llevar procesos artísticos a contextos educativos.
Gracias a una evaluación técnica del Ministerio, se definieron las características de cada dotación, atendiendo las necesidades particulares de las comunidades e instituciones beneficiadas.
Así se distribuirán las entregas por departamento:
Antioquia (16), Arauca (4), Atlántico (7), Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (1), Bolívar (15), Boyacá (6), Caldas (3), Caquetá (8), Casanare (6), Cauca (10), Cesar (10), Chocó (20), Córdoba (21), Huila (5), La Guajira (8), Magdalena (14), Meta (5), Nariño (8), Norte de Santander (4), Putumayo (10), Quindío (3), Risaralda (5), Santander (7) y Tolima (4).
Con esta apuesta, el Gobierno nacional reafirma su compromiso con una pedagogía que no solo enseña, sino que transforma. En las aulas donde antes hubo exclusión, hoy hay arte. Y donde hubo silencio, ahora florece la cultura como política pública.
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