En un momento crítico para el suroccidente colombiano, cuando los derrumbes han convertido en una odisea el trayecto terrestre entre Medellín y Quibdó, SATENA, la aerolínea estatal, ha dado un paso decisivo para garantizar la movilidad de miles de ciudadanos que hoy dependen del aire para seguir conectados con sus vidas, sus familias y sus obligaciones.
La aerolínea ha incrementado a 31 sus vuelos semanales en esta ruta esencial, operando desde el aeropuerto Olaya Herrera de Medellín con una frecuencia que incluye cinco vuelos diarios los lunes, miércoles y viernes, y cuatro vuelos diarios el resto de la semana, en franjas horarias que van desde las 7:00 de la mañana hasta las 4:00 de la tarde.
Se trata de un puente aéreo que se ha convertido, en cuestión de días, en la única opción rápida, segura y confiable para atravesar los 231 kilómetros que separan a estas dos ciudades.
“El cierre de la vía Medellín–Quibdó ha puesto en evidencia una vez más que la conectividad aérea no es un lujo, sino una necesidad vital para miles de colombianos”, afirmó el Mayor General Óscar Zuluaga Castaño, presidente de SATENA. El oficial también señaló que la compañía evalúa ampliar aún más la oferta de vuelos para responder a la creciente demanda provocada por la emergencia.
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