Como parte de los resultados de la estrategia Territorios Vitales, la Superintendencia Nacional de Salud (Supersalud) emitió 34 órdenes que buscan fortalecer y mejorar la calidad de los servicios de salud en Chocó, con el fin de priorizar la atención en zonas vulnerables y así fomentar la articulación entre las entidades territoriales, prestadores de servicios de salud y aseguradores.
El superintendente nacional de salud, Luis Carlos Leal, durante el cierre de la jornada donde se desarrollaron 27 actividades señaló que “las órdenes que damos hoy para el Chocó no dan espera. Cualquier segunda cuenta en materia de salud, porque cuando hablamos de salud, estamos hablando de vidas”.
Cabe mencionar que dentro de esta acciones, el ente de control, inspección y vigilancia también ordenó adecuar y poner en funcionamiento la Unidad Intermedia de Salud El Caraño, en la ciudad de Quibdó, así como llevar a cabo vistas permanentes a los hospitales de la red pública para garantizar las condiciones mínimas de funcionamiento.
Entre las medidas de la Supersalud ordenó a su vez garantizar los traslados de los pacientes y la atención oportuna, así como mejorar la contratación en la prestación de servicios para consulta con especialistas. A esto se suma el establecimiento estricto de lineamiento para la gestión de inventarios de medicamentos, su dispensación oportuna y la destrucción de fármacos vencidos.
Otras órdenes de la Supersalud para el Chocó
- Implementar proceso integrales de vigilancia en salud pública.
- Asegurar la disponibilidad de talento humano idóneo.
- Optimización en el análisis de casos de mortalidad en menores de 5 años y en mujeres embarazadas.
- Garantizar la disponibilidad de talento humano con un enfoque en diversidad étnica para la vigilancia y gestión en salud pública.
- Implementación del Plan de Salud Pública de Intervenciones Colectivas (PIC)
Entre tanto, Leal indicó que “Con estas acciones, la Supersalud reafirma su compromiso de estar al lado de las comunidades para mejorar la calidad de vida de los habitantes del Chocó, garantizando que los derechos en salud se cumplan de manera rápida y eficiente”.
Supersalud impone medidas correctivas en Chocó tras inspecciones a hospitales e IPS durante la visita
Durante la jornada de esta visita y tras una auditoria conjunta, la Secretaría departamental de Salud del Chocó ordenó sellamiento temporal de los servicios de farmacia e imágenes diagnósticas de la IPS Fundación Santa Sofía de Asís, ubicada en la capital chocoana. A su vez la Supersalud identificó que en el Hospital San José de Condoto y la IPS Caja de Compensación Familiar del Chocó, habían fallas en los servicios farmacéuticos, insumos y mantenimiento preventivo de equipos biomédicos, lo que afectaba directamente la seguridad de los pacientes. Como resultado, se impusieron medidas cautelares con el objetivo de corregir estas deficiencias.
El equipo de la Delegatura de Operadores Logísticos y Gestores Farmacéuticos, liderado por el superintendente Leal Angarita, realizó inspecciones a las condiciones de dispensación de medicamentos en ocho gestores farmacéuticos. Estas inspecciones revelaron barreras y fallas en los procesos administrativos, operativos y logísticos, que obstaculizan la entrega oportuna de medicamentos a los usuarios.
Además, durante estas visitas se abordaron problemas críticos del departamento, como la mortalidad materna, la desnutrición infantil, la malaria y la calidad del agua, temas que afectan gravemente a la población del Chocó. Estos seguimientos se llevaron a cabo en conjunto con profesionales del Ministerio de Salud y Protección Social y el Instituto Nacional de Salud.
Una de las acciones más destacadas fue la reactivación de la red de controladores, en la que participaron la Fiscalía General, la Defensoría del Pueblo, la Personería y la Procuraduría. En esta red se abordaron temas como la situación judicial de la Unidad Intermedia de Salud El Caraño, así como los problemas de salud pública relacionados con la mortalidad materna y la desnutrición infantil.
Otro de los avances importantes fue el análisis de la utilización de más de 3.000 millones de pesos donados por el Banco Interamericano de Desarrollo, fondos destinados al control y reducción de la malaria. La red de controladores identificó demoras y deficiencias en la ejecución de estos recursos, lo que aumenta el riesgo de sanciones por parte del donante.
Finalmente, se evidenció la falta de coordinación entre aseguradores y prestadores de salud, así como la ausencia de un adecuado seguimiento por parte de las autoridades sanitarias del departamento, revelando debilidades en el cumplimiento de sus funciones.