«Hemos llegado a acuerdos con los embera», anunció este viernes el presidente, Gustavo Petro, para dar cuenta que la Agencia Nacional de Tierra (ANT), en cabeza de Felipe Harman, había culminado una mesa de diálogo con esas comunidades, de manera que se garantizaba el regreso a sus entornos en los departamentos de Risaralda, Cauca y Chocó, luego de que unas 4.000 personas llegarán esta semana a Bogotá, a exigir soluciones inmediatas a problemas en sus territorios.
«Avances en materia de tierras, territorio, proyectos productivos, de salud, de educación; avances muy importantes y muy sólidos que esperamos que transformen la vida de los territorios», resumió Harman respecto de los pactos a los que llegaron voceros del Ejecutivo con los aborígenes, en una negociación que concluyó en la madrugada.
En los acuerdos pactados, el Gobierno se comprometió a entregar tierras a esas comunidades de manera que puedan ampliar sus actuales resguardos o crear nuevos, donde sea posible mantener sus tradiciones y cultura. Además de garantizarles acceso a salud, educación y alimentación, puesto que la desnutrición es uno de los mayores problemas de ese grupo.
El Gobierno, a través del Ministerio de Vivienda, también se comprometió a destinar una parte del presupuesto del próximo año para la construcción de viviendas y arreglos locativos.
En el caso de la Unidad para las Víctimas, su directora Lilia Solano, señaló que su despachó acordó con el Consejo Regional Indígena de Risaralda (CRIR) la gestión de dos predios en ese departamento para que los resguardos puedan adelanta allí proyectos productivos y haya un espacio para su cultivar sus espiritualidad.
«Hemos estado en constante diálogo con los delegados y delegadas de esta minga, discutiendo sobre los retornos, la reubicación y las necesidades de una comunidad históricamente postergada, víctima del conflicto armado y en su mayoría viviendo en condiciones de pobreza extrema. Este gobierno ha llenado de esperanza al pueblo embera, y la Unidad para las Víctimas honrará los acuerdos alcanzados, porque están fundamentados en derechos inalienables», destacó la funcionaria.
Harman agradeció a los 13 sectores del Ejecutivo que se sentaron a la mesa de diálogo con los embera, para concretar los acuerdos.
El director de la ANT señaló que los indígenas partirán en la tarde de este viernes desde Bogotá hasta sus resguardos, algunos de ellos a 15 horas de distancia, de manera que de a poco se irá levantando el campamento que se instaló desde el martes en el parqueadero de esa entidad.
La sorpresiva llegada de los 4.000 indígenas a la capital generó tensiones entre el Ejecutivo y la Alcaldía de Bogotá, que temía que nuevamente los aborígenes se instalarán en el Parque Nacional o en otro espacio de la ciudad, luego de que el Distrito se empleó a fondo meses atrás para lograr el retorno de varias familias embera a sus territorios y alcanzara acuerdos con sus líderes para quedarse.
Funcionarios de la capital habían pedido al Gobierno asumir los reclamos de los indígenas, al advertir que era un asunto del orden de lo estatal, mientras que desde la Unidad para las Víctimas se desmintió el rumor de que el Ejecutivo pagó el viaje de las comunidades embera a la capital.
/Colprensa