Quibdó en medio de una guerra de pandillas y el temor de sus habitantes.

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Foto: cortesía.

Oscuro es el panorama en materia de seguridad que afronta la capital chocoana en estos momentos, 68 muertes violentas enlutan a familias en lo que va de este año y los actos de violencia se incrementan cada día.

La noche de este martes fue el presagio de que algo grave estaba a punto de pasar en la capital chocoana, las amenazas de la delincuencia que a carta abierta se realiza en redes sociales, fue convertida en realidad con los hechos ocurridos en el barrio san Vicente donde perdieron la vida dos jóvenes y tres mujeres más resultaron heridas y que se recuperan en el hospital.

La situación en materia de orden público es bastante preocupante, el defensor del pueblo regional Luis Murillo aseguro a este medio que en muchas oportunidades y en cada consejo de seguridad que se ha realizado para mirar este tema, se ha puesto de manifiesto que la capital del departamento vive un escalamiento de la violencia que estima una alerta roja.

Las confrontaciones según afirman las autoridades vienen de ajustes de cuentas entre grupos delincuenciales que operan en la ciudad y que habrían roto una alianza entre ellos y que hoy estos ajustes de cuentas son el motivo de las muertes que se estan presentando.

Los disparos de pistolas, ráfagas de  sub ametralladoras, son el pan de cada día en sectores como los Álamos, los  reposos 1,2, 3, barrio Samper, mis esfuerzos, San Vicente, La playita, sector de las mil quinientas viviendas, el futuro entre otros.

Prácticamente Quibdó, se encuentra sitiada por la delincuencia y sus habitantes temerosos se encierran desde las seis de la tarde para evitar perder la vida en esta guerra rara y sucia que se viene presentando y que es amenizada por extorsiones y disparos a las viviendas de quienes no sucumben a los deseos intimidantes de la delincuencia.

ACCIONES DE LA ADMINISTRACIÓN PARA AFRONTAR LA PROBLEMATICA.

El alcalde de la ciudad Martin Sanchez, aseguro que se viene trabajando con varios programas de inclusión y atención social en jóvenes de los sectores más vulnerables, que se ha tratado de hacer lo que más se puede para lograr estabilizar la capital chocoana en materia de seguridad, en articulación permanente  con la fuerza pública y que se han dado buenos golpes a la delincuencia, pero reconoce que esto no es suficiente.

El burgomaestre aclaro que se han invertido más de cinco mil millones de pesos en inversión social en el municipio, pero que estos son recursos propios y que siente que el gobierno nacional lo ha abandonado pues solo se limita a enviar Ministros a que hagan rendiciones de cuentas y a hablar de aumento de la fuerza pública  pero en materia de inversión social que es lo que se necesita, hasta la fecha no ha recibido un solo peso del estado.

Sin embargo y ante las nuevas dificultades que se estan viviendo, volvió a la capital del país para tratar de que a través de el, se escuche la voz de los chocoanos, en especial los quibdoseños  que ya no saben que hacer para sobrevivir  en medio de esta situación.

OPERATIVOS DE LA FUERZA PUBLICA.

El problema toca decirlo, no viene de ahora, este escenario de violencia traspasa una década y viene a tener su punto de explosión en los dos años de gobierno de la actual administración.

En este tiempo varios han sido los comandantes que han pasado por el departamento de Policía en el Chocó, sin resultados positivos que puedan llevar a que la percepción de inseguridad baje sus niveles en la población.

El actual comandante, Clauder Antonio Cardona Cataño se encuentra en el ojo del huracán pues la comunidad no confía en la institución como en otros tiempos, esto se debe a que la operatividad de sus efectivos es bastante cuestionada a pesar de que se han dado buenos y duros golpes a la delincuencia en los últimos meses.

Hoy vemos como hasta el propio comandante sacó del closet su chaleco antibalas y su casco de guerra para atender el mismo una situación que se registro en el barrio los Álamos y donde se dieron de baja unos delincuentes.

Los patrullajes se volvieron a activar en sectores donde la comunidad los solicitaba hace mucho tiempos, haciendo recordar el 2021 cuando en medio de una crisis similar aparecieron los hombres de la Policía en los mismos lugares donde acribillaron personas y pese a que se tenia conocimiento publico de que algo pasaría, la fuerza publica no apareció oportunamente.

LOS ENFRENTAMIENTOS CONTINUAN, LA POBLACIÓN SE RESGUARDA

Pese a que los organismos de seguridad tratan de advertir que estan haciendo presencia y que trabajan para retomar el control, numerosos mensajes atemorizantes surcan las redes sociales como si se tratara de una estrategia de los mismos delincuentes para mantener el temor en la población.

Estos mensajes intimidantes son expandidos por unos y otros causando un efecto de bola de nieve que por el contrario aumenta más la incertidumbre de los habitantes.

Estas amenazas que muchos pensaban que eran solo de papel y que no se concretarían nunca,  hoy se viven y se evidencian en los barrios marginales e incluso en el mismo centro de la ciudad en donde el sonar de las armas pareciera la tonada de un vallenato, una chirimía o una salsa que cualquiera estuviera escuchando en un equipo de sonido a alto volumen.

Quibdó tiene miedo, rabia y desolación, esto se ve reflejado en el comercio que antes de las seis de la tarde inicia a cerrar sus puertas por que nadie asegura la vida en esos lugares donde recaen las amenazas y no solo son los lugares señalados en los volantes intimidantes, mientras unos grupos se enfrentan entre ellos, otros aprovechan el desorden para atracar a los habitantes y despojarlos de sus pertenencias a plena luz del día o en el inicio de la noche.

Ante este panorama grupos de jóvenes, diferentes organizaciones y la administraciones departamental y municipal  han convocado a una marcha pacifica, para rechazar los actos de violencia que se estan presentado en la capital y en el departamento en general, en la búsqueda de que los que estan en conflicto cesen sus actos violentos para que la villa de Asís vuelva a ser el otrora remanso de paz.