Para nadie es un secreto que en todo el territorio nacional se realizan las festividades de los diferentes municipios del país, y los del departamento del Chocó no son la excepción.
Cada año los entes territoriales preparan con lujos de detalles la conmemoración de estas festividades que conllevan un sinnúmero de actividades culturales que involucran a la población durante varios días, teniendo como eje principal el gran concierto de cierre de las mismas.
Esto para unos se convierte en una mala inversión de los recursos públicos, pero para otros, más amantes de la fiesta y del goce pagano, es una actividad que sirve hasta para nombrar o decir que, dependiendo de las festividades el administrador de turno es bueno o es malo.
Desde hace mucho tiempo, las empresas distribuidoras y comercializadoras de licores, que rentan sus tributos al chocó, son las abanderadas en contribuir con sus recursos el patrocinio de estas festividades, que por cierto no son nada económicas y que por el contrario representan la inversión de cuantiosos dineros; “para alegrar a la población”.
Cada alcalde tiene en su territorio, la potestad de mirar con cuál de las empresas existentes en el departamento quiere hacer la fiesta, como quien dice el mejor postor se gana ese premio.
Otra cosa es que en medio de querer hacer las fiestas se incurran en presuntos actos no muy delicados que conlleven a una competencia desleal entre las firmas que comercializan los licores, esto con la presunta venia de quienes están al frente de las alcaldías.
EL CARMEN DE ATRATO Y SU FIETA DE REYES SIN INVITACIÓN.
Una de las festividades que se presentaron hace pocos días, fue las de este municipio en límites con Antioquia en donde cada seis de enero se efectúa la fiesta de reyes de manera tradicional.
A este evento son invitados artistas de diferentes niveles para el cierre de las mismas en un gran concierto musical en la plaza principal del pueblo.
Para organizar este espectáculo la administración municipal tiene a bien escoger con que empresa quiere hacer la fiesta, su baile o su actividad.
Aquí es que se vuelve esto un problema, porque como dice el dicho “la tradición se vuelve ley”, ya hace varios años la firma distribuidora de licores del Chocó, LICO CHOCO, viene estando al frente de esta actividad, porque los diferentes alcaldes parecieran haber firmado un contrato o convenio vitalicio con la empresa que distribuye Aguardiente Platino y Ron Viejo de Caldas en el departamento, negando la oportunidad de que otros productos que legalmente pagan el impuesto al consumo y tributan a las rentas departamentales, puedan participar de esta torta festiva.
Se supo que la administración municipal, no hizo llegar carta alguna de invitación a la empresa que distribuye el Aguardiente Antioqueño en el departamento, situación está, que a la luz de la normatividad vigente podría ser una causal de violación a la libre promoción y competencia de productos en el departamento que es amparada por las ordenanzas y los contratos de distribución y comercialización de licores que a bien ha firmado el Chocó.
Si bien es cierto que el mandatario local puede seleccionar con quien quiere hacer las fiestas, o mejor escoger quien le ofrece mejores garantías para la realización de las mismas, no menos cierto es también que se debe cumplir con los principios de transparencia, economía e igualdad en participación a las firmas comerciales que se quieren vincular, así sea por el lleno de los requisitos, aunque por otro lado todo este “amarrado”
Muchos aseguran que presuntamente no es solo el costo o valor que tiene las fiestas, otros más osados hablan de presuntos “cuadres” bajo la mesa para poder sacar del juego a la competencia en donde solo una firma queda con el montaje y la realización de los eventos dándole publicidad a su producto, el alcalde presuntamente asegura su “parte” de lo que se pactó con la empresa por ser el evento exclusivo y el pueblo se queda con el guayabo que deja la fiesta, una sola opción que es la que le imponen quienes manejan el cuento.
COPA AMISTADES DEL SANJUAN.
En este evento de amplia popularidad también paso algo extraño, luego de que se diera la disputa deportiva en donde salió ganador el seleccionado de Istmina, la población se dispuso a disfrutar del concierto de cierre de este torneo.
Aquí paso lo mismo que en el Carmen del Atrato, una tarima iluminada y con un buen cartel de artistas que animaron la noche, cabe resaltar.
El problema en esta celebración es que consultada una de las empresas que distribuyen licores en el chocó, aseguran que negociaron con el alcalde su participación en los eventos y que dentro de los mismos “ellos podrían hacer publicidad compartida en la tarima de su Aguardiente, al igual que de actividades publicitarias que permitieran el reconocimiento de la marca y su venta a los asistentes”.
Pues la sorpresa que se llevaron los de la marca Aguardiente Antioqueño, fue que al parecer y luego de la negociación que fue de varios millones de pesos, no les permitieron hacer presencia en tarima y mucho menos realizar actividades de tipo publicitario, sin mencionar el vandalismo que padecieron en elementos de publicidad para su producto.
Esta situación se torna cada día más delicada, por cuanto unos y otros tienen iguales derechos a participar de estas actividades, claro que volvemos a decir que son los alcaldes quienes deben convocar de manera imparcial a las empresas para que ellas determinen si asisten o no, a la convocatoria que le hagan desde las administraciones, respetando de paso la libre y legal competencia entre productos.
Claro está que, en materia de márquetin, publicidad y mercadeo cada quien tendrá estrategias para ir delante de la competencia y eso es válido siempre y cuando se respeten los acuerdos que se pactan entre las partes.
Ojalá esta situación no deje a algún alcalde enredado y denunciado penal y administrativamente por salir de vivo haciendo “conejo” con los compromisos que se asumieron y donde gracias a la falta de presencia de los organismos de control, el “tuerto es rey en tierra de ciegos”, y que sigan las fiestas.
