¿A dónde fue a parar la plata para su mantenimiento?

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Cuatro contratos por más de $300 millones fueron entregados para su mantenimiento y los vehículos se pudren en un taller de Quibdó.

Cuando este medio de comunicación decidió abordar esta investigación, lo primero que procuro hacer era verificar si los vehículos en mención existían y de ser cierto, saber dónde se encontraban y en qué condiciones.

Inicialmente la información recaudada hablaba que la administración municipal había dejado en completo abandono dos carros que hacen parte de su parque automotor en un parqueadero de la ciudad de Quibdó desde hace aproximadamente siete años y medio, tiempo en el cual absolutamente nadie, apareció para mirar en qué condiciones se encontraban a pesar de que hacen parte de un activo de la alcaldía y que se debe velar por su buen estado y de no ser así, sacarlos de servicio dándoles de baja.

En la primera entrega investigativa pudimos enterar a la comunidad de que los dos vehículos una Toyota Hylux de placas 00Q-052 de Quibdó y una camioneta marca KIA de placas QUA-062 de Quibdó, estaban abandonados en ese sitio los dos carros y que el propietario del establecimiento estaría pidiendo una indemnización de $102 millones de pesos derivados del uso del local como parqueadero y también de un lucro cesante.

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Qradio, decidió seguir las huellas de esta situación que desde su génesis alertaba que algo malo estaba ocurriendo y que no se quedaría en el simple abandono y como reza el adagio “piensa mal y acertaras”, nos encontramos diferentes actos administrativos emanados de dos administraciones (Isaías Chala- Martin Sánchez), que podría abarcar tres pero que hasta el momento no se ha podido soportar documentalmente si en esta tercera ( Zulia Mena) también se efectuaron las mismas prácticas de presunta corrupción con los recursos públicos.

ISAIAS CHALA IBARGUEN.

El profesor Isaías, llegó al cargo luego de haber ganado las elecciones para el periodo 2016-2019 en una coalición de los partidos CAMBIO RADICAL – PARTIDO CONSERVADOR – ALIANZA VERDE, alcanzando una votación de 18,048 votos.

Chala Ibarguen, inicio con bríos su administración teniendo como bandera la recuperación económica del ente territorial en una entrevista entregada al portal KIEN Y KE, aseguro que:

Dígame tres cosas de las que usted se sienta orgulloso y que le vaya a dejar a Quibdó. ¿Qué es lo que más resalta? Primero: haber logrado con el Gobierno Nacional una inversión por más de 50 mil millones para construir infraestructura educativa. Eso es una de las cosas que me llena. Segundo: haber puesto en orden las finanzas de Quibdó. Tercero: haber logrado construir la primera etapa del malecón de Quibdó. Eso le va a cambiar toda la visión y la parte ambiental de la ciudad. Y hay otras cosas que me entusiasman y es haber logrado que en mi periodo se construya el tema del acueducto de Quibdó. Cuando lo recibimos tenía una cobertura de un 30% y con las obras que se están construyendo en el tema del acueducto va a pasar de tener esa cobertura del 30% a más de 95%.

Lo que no le conto a la revista en ese momento el Alcalde fue que en su administración se habían otorgado varios contratos para el “Mantenimiento preventivo y correctivo del Parque Automotor de la alcaldía de Quibdó.

La investigación muestra que al menos tres contratos fueron ejecutados y que presuntamente los recursos objeto de los mismos nunca llegaron a su destino.

  • Contrato del 24 de agosto del 2017, Valor $ 70 millones de pesos, tiempo de ejecución (4) meses, beneficiario: Serviteca Frenos Quibdó.
  • Como todo contrato, existían obligaciones del contratista para con la administración las cuales debería cumplir a cabalidad para poder recibir el pago por el trabajo contratado presentando las debidas cuentas de cobro.

  • Contrato del 07 de mayo del 2018, valor$70 millones de pesos, tiempo de ejecución (8) meses, beneficiario: Almacén y Taller La B.

Como se puede observar en solo nueve meses se otorgaron $ 140 millones de pesos para el sostenimiento del parque automotor de la alcaldía de Quibdó.

 Para terminar, existe un nuevo contrato con el mismo objeto, que no es otro que el “Mantenimiento preventivo y correctivo del Parque Automotor de la alcaldía de Quibdó”.

Este nuevo contrato como consta en el acta de inicio del 20 de noviembre del 2019 ya casi terminando el mandato, tiene un valor de $ 37 millones de pesos y su beneficiario nuevamente es: Almacén y Taller La B.

Lo que causa mayor curiosidad es que en los estudios previos para la entrega de este último contrato, se esgrimen una serie de repuestos que presuntamente serían destinados a estos vehículos o a alguno de ellos, con lo cual se soportaría el gasto ante estas necesidades.

En el mismo documento se deja expreso que el municipio si tiene un parque automotor y que el mismo prestaría los servicios a la administración central y a la secretaria de infraestructura.

En tan solo tres contrataciones se habrían invertido $ 177 millones de pesos en la administración del profesor Isaías Chala y que por las condiciones en que se encuentra parte del parque automotor, pareciera que los recursos fueron desviados.

MARTIN SANCHEZ VALENCIA.

Ganó la Alcaldía con 13.294 votos, con el aval el candidato del Partido Conservador. Martín Emilio Sánchez Valencia, el Alcalde de Quibdó (2020-2023), es un optómetra con una especialización en administración. En las elecciones regionales de octubre de 2019.

Es oriundo de Condoto, empresario en el sector salud y optómetra de la Universidad de la Salle, con una especialización en administración de empresas en servicios de salud de la Universidad de Antioquia.

Su administración, no muy querida por los habitantes de la capital chocoana deja mucho que desear en diferentes actuaciones, sin entrar en diversos temas y solo por mencionar unos cuantos, su política de seguridad la han catalogado como nefasta ante el incremento sostenido de la violencia.

En el panorama de desempleo, Quibdó sigue ocupando el primer puesto a nivel nacional, incluyendo también ese mismo lugar para los jóvenes.

En infra estructura, la visión que tienen los Quibdoseños, es que las obras que se están ejecutando son las que había dejado proyectadas su antecesor y que de las propias poco o nada se conoce.

Promesas incumplidas, aseguran sus detractores que son muchas, solo para mencionar una, la remodelación de los puestos de salud de la ciudad que a la fecha no se ve movimiento alguno que conlleve a pensar algo diferente, toca esperar que en el corto tiempo que le queda lo pueda lograr.

Este optómetra recibió el municipio en la cuarta categoría sitio en donde se lo dejo Isaías Chala, a su llegada y según argumenta la administración, debido a la crisis de la pandemia y la baja recaudación de impuestos, el municipio volvió a desmejorar su nivel, volviendo a la sexta categoría, un puesto no muy agradable para una capital de departamento.

Luego de dos años y siete meses de gobierno, esta administración no ha podido recuperar ese lugar y en medio de defensas jurídicas entre las cuales se resalta una revocatoria a su mandato se ha pasado estos meses, dicen algunos habitantes, sin nada positivo que mostrar, otros aseguran que si lo está haciendo posible.

Lo que sí es claro, es que tanto Isaías Chala Como Sánchez Valencia, entendieron que el contrato de “Mantenimiento preventivo y correctivo del Parque Automotor de la alcaldía de Quibdó”, al parecer era muy lucrativo y se podía convertir en una presunta ventana para desviar los recursos de la administración.

El alcalde Valencia, siguió los pasos de su antecesor y como si estuvieran recitando una cartilla de mal manejo administrativo cayó en las mismas fallas que posiblemente serán causa de una investigación disciplinaria y porque no, penal por la presunta comisión del delito de detrimento patrimonial. «Lesión al patrimonio público, representada en el menoscabo, disminución, perjuicio, detrimento, pérdida, uso indebido o deterioro de los bienes o recursos públicos, o a los intereses patrimoniales del Estado, producida por una gestión fiscal antieconómica, ineficaz, ineficiente, inequitativa e inoportuna, que en términos generales no se aplique al cumplimiento de los cometidos y de los fines esenciales del Estado, particularizados por el objetivo funcional y organizacional, programa o proyecto de los sujetos de vigilancia y control de las contralorías. 

Dicho daño se podrá ocasionar por acción o por omisión de los servidores públicos o la persona natural o jurídica de derecho privado, que en forma dolosa o culposa produzca directamente o contribuya al detrimento del patrimonio público».

Lo que hasta el momento se ha evidenciado es que el actual alcalde de Quibdó, solo a tres meses de haber llegado al cargo, ósea el 19 de marzo de 2020, otorgo un contrato de prestación de servicios de menor cuantía por la suma de $ 170 millones de pesos con el objeto de “Mantenimiento preventivo y correctivo del Parque Automotor de la alcaldía de Quibdó”.

Cabe recordar que su antecesor ya había destinado la suma de $ 37 millones en un contrato el pasado 20 de noviembre del 2019, cuatro meses en donde al parecer los vehículos se deterioraron.

Revisando el contrato, se da la mera coincidencia que el beneficiario de este, es la misma persona que venía realizando esta labor en los contratos anteriormente ejecutados y que Sánchez, su equipo de jurídicos y asesores no se dieron la leve cuenta de que presuntamente lo que su antecesor había contratado, al parecer no se había cumplido.

Por el contrario, premian a este establecimiento entregándole este nuevo contrato para que realizara la misma labor de mantenimiento del parque automotor de la alcaldía, ósea nada.

Pero mirando la letra menuda del contrato nos encontramos lo siguiente:

En la cláusula 8 del contrato en su numeral 7, asegura que el contratista no deberá ceder ni sub contratar el objeto del contrato.

Preguntamos; si el contratista no tiene los vehículos en su poder, ¿Quién realizo entonces este trabajo de mantenimiento si en el lugar que se encuentran hace 7 años el propietario asegura que el no tuvo contrato alguno para hacer esta labor?

En el numeral octavo de la misma clausula 8, se obliga al contratista a que: “los vehículos del presente proceso queden en óptimas condiciones de uso”.

Preguntamos: ¿Cómo garantizar esto sí a la fecha los vehículos muestran avanzado deterioro?

Otra situación extraña que se nota en este contrato es que, en los estudios previos realizados para sustentar la contratación, se hace una tabla del parque automotor de la alcaldía, muy similar a la que efectuara la administración cuando estaba el profesor Isaías Chala, en esta más reciente aparecen los mismos vehículos, a los cuales ya le suman la camioneta TOYOTA TLX de placas OET – 401.

Preguntamos entonces si en los dos estudios previos aparecen los dos vehículos relacionados, ¿dónde se encuentran el DAHIATSU TERIOS de placa QUA – 059 y la moto BAJAJ – BOXER CT 100 HFD – 29E, que supuestamente también han recibido tan generosos recursos para su buen funcionamiento? ¿en qué taller se les hace ese mantenimiento?

Inquietudes que hasta el momento no tienen respuestas, mientras tanto también la comunidad pregunta, ¿Cuál es el control que hace La Contraloría, la Personería municipal y el Concejo de la ciudad?

Lo cierto es que buscando y consultando fuentes, se logró tener conocimiento que un daño peor podría haber sido fraguado en esta misma modalidad y que al momento este solo estaría en proceso de fase previa o en proceso de evaluación, para ejecutar lo mismo de siempre, “Mantenimiento preventivo y correctivo del Parque Automotor de la alcaldía de Quibdó, pero en esta oportunidad por una cuantía de $ 438.935.860 millones de pesos en un proceso SA-004-II DE 2021, que incluiría los carros de bomberos de la ciudad.

Hasta el momento no se puede confirmar si este proceso se llevó a feliz término para quien en el participaron, toca esperar a ver que dicen las autoridades.

Mientras tanto el dueño del taller convertido en parqueadero durante 7 años y medio, espera conciliar con la administración el daño que le ha causado tener estos vehículos en ese lugar, en algo que se constituye claramente en un lucro cesante y que hoy la administración que es solo una, no quiere reconocer.